domingo, 26 de abril de 2009

POEMAS






PORQUE UNOS LABIOS DICEN

Porque un nombre es un nombre,
sólo existe
cuando madura, fruto, en otra boca,
y se hace aroma, se hace sabor. Y crece.
Completa el mundo.
Nace.
Y ya es un hombre, una mujer. No símbolo.
El círculo cumplido.
Alguien que existe porque lo han nombrado los presentidos labios.
Y tras el nombre, siente,
oye y sueña,
asiste a la creación, contempla, atiende
la luz al desvelarse.
Escucha el viento,
mira
la luna entre la acacia,
acaricia la lluvia y la recibe,
cree en el dolor y vive de amarillos.
Toca, y sus manos saben de la dura corteza y del ufano
resplandor de la carne.

Y vive y mira, ve. Siente en su pulso
el río desbocado de la sangre.
Las cosas tienen rasgos. Se perfila aquel rostro,
líneas que redondean la esperanza.

Porque ya empieza un nombre.
Y andan de nuevo todos los relojes,
las horas se extasían de minutos
reales y tangibles.
Y se abren los minutos en segundos,
latiendo en cada uno total vida.
Que ahora son verdad todas las sílabas,
una a una brillante en sorpresa y asombro,
significando, siendo.

Porque ahora es ya un sonido
lo que antes fuera sombra en un silencio:
porque unos labios dicen.

“Unos labios dicen” Antología
( Elena Martín Vivaldi)











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