sábado, 20 de febrero de 2010

viernes, 19 de febrero de 2010

MARUJA MALLO EN MADRID



Breve biografía
Ana María Gómez González, nombre real de Maruja Mallo, nació en Viveiro en 1902. Tras pasar su infancia entre Galicia y Asturias, en 1922 se trasladó definitivamente con su familia a Madrid. Vivió en Galicia hasta los 11 años. Estudió Bellas Artes en la Academia de San Fernando, al igual que su hermano Cristino, coincidiendo en esta escuela con Dalí, con quien tuvo relación muy próxima. En la Residencia de Estudiantes tomó contacto con el Surrealismo y la Generación del 27, especialmente con Buñuel, García Lorca, Alberti, Dalí y Pepe Bello.
En 1927 conoció personalmente a Ortega y Gasset y comenzó a colaborar como ilustradora en la Revista de Occidente, donde realizó su primera exposición individual, que tuvo un gran éxito. El trabajo que realizaba en aquel momento consistía en lienzos con temas de verbena y estampas de motivos urbanos y cinematográficos.

Cuatro años después de su primera exposición una pensión de la Junta de Ampliación de Estudios de Madrid le permitió viajar a París, donde tomó contacto con el grupo surrealista francés. En este momento su pintura sufrió un cambio radical. Basándose en las consignas del Manifiesto de André Bretón realizó una serie tremendista llamada "Cloacas y Campanarios", donde los protagonistas eran tétricos esqueletos, espantapájaros y cloacas. Éste, impresionado por el trabajo de la pintora, compró un cuadro en su exposición individual en la Galería Pierre Loeb.

Al volver a España ganó una plaza de profesora de dibujo del Instituto de Arévalo (Ávila). Posteriormente fue profesora en la Escuela de Cerámica de Madrid y en la Residencia de Estudiantes. En los años previos a la Guerra Civil, tras su estancia en París, y sobre todo debido a su inclusión en el grupo de Torres García, realizó composiciones basadas en estudios geométricos, intentando crear un lenguaje universal basado en los principios de la geometría.

Tras el estallido de la Guerra Civil se exilió a Buenos Aires, donde siguió con su trabajo pictórico y realizando numerosas exposiciones, colectivas e individuales, además de impartir conferencias, tanto en Argentina como en Chile o Uruguay, países que visitaba con frecuencia. Se integró en el contexto americano relacionándose no sólo con los intelectuales exiliados, sino también con los de los países que visita, sobre todo a través de Pablo Neruda y Victoria Ocampo.

En 1961 volvió definitivamente a España, instalándose en Madrid, donde retomó la colaboración con la Revista de Occidente. En esta época la temática de su pintura está condicionada por el interés de la pintora por las ciencias ocultas y el esoterismo. Realizó una carpeta de litografías como homenaje a la Revista de Occidente, y recibió la Medalla de Oro de Bellas Artes de la Comunidad de Madrid y de la Xunta de Galicia. Falleció en Madrid en febrero de 1995, pocos después de que el Centro Galego de Arte Contemporánea realizase su primera exposición antológica en España.